Cuando hace unas semanas preparábamos el viaje, hablando con Ignacio Facio, el dueño del departamento en el que vivimos en Buenos Aires, este me preguntó:¿Qué querés ver en Argentina?...Yo le contesté que no solo naturaleza y arquitectura…Que siempre me habían gustado los paisajes humanos. Hablar y conocer gente interesante. Me recomendó que si esas eran nuestras intenciones, visitáramos a Arnaldo, tío suyo, para el que nos dio un paquete con un libro.
Hoy segundo día de estancia en la Capital, decidimos llamarle para visitarle.
Don Arnaldo Torres Hansen, otra sorpresa de este memorable circuito, es un odontólogo octogenario de mente lúcida, parlamento erudito y trato afabilísimo. Su edad cronológica, nada tiene que ver con su espíritu. Este personaje de primera categoría nos regaló con su coloquio durante toda la mañana. Es el contertuliano que todos querríamos para cualquier café. Con el y con su preciosa esposa Dolores, conversamos de historia, de política, de medicina, del viaje…
Fue profesor en la Facultad de Odontología hasta su jubilación, y su capacidad docente la ha extendido a otras ramas del conocimiento…Es un enamorado del mundo naval, y un experto historiador de los naufragios en el Río de la Plata- Titulo ese del libro que nos regalo y del que es autor.
Al final de la visita, nos prometimos volvernos a ver, y que el mejoraría de su rodilla, que ahora le amarga la vida, para poder viajar juntos al delta del Tigre. También queda pendiente un asado en la azotea de su casa…Otros motivos mas para volver a Buenos Aires…
