lunes, febrero 16, 2009

LLEGADA A BUENOS AIRES



Nos encontramos ya en Buenos Aires. Hemos tenido alguna dificultad en entrar en el piso guarida de estudiantes que nos dejó nuestro colega Ignacio Facio. Su hijo esta de vacaciones con la novia en Paraguay.
Al final hemos necesitado un cerrajero. Pero ya estamos dentro. Estamos algo cansados pues entre una y otra cosa ya son las 7 de la tarde.
A pesar de los inconvenientes es curiosa la facilidad con que se resuelven las cosas en estas latitudes.
Una duchita y a asaltar la ciudad...

VOLVEMOS A ARGENTINA


Mañana abandonamos Brasil encaminando nuestros pasos hacia Buenos Aires. Hoy ha sido nuestro segunda oportunidad de visitar las cataratas de Iguazú, esta vez desde el lado argentino. Mucho mas interesante que desde el lado brasilero.
Hemos caminado unos 9 km, bajo el agobiante y húmedo calor de la selva, y hemos rematado haciendo un rafting en barca semirigida por el río, metiéndonos debajo de las cascadas. Han sido las mejores duchas de mi vida, ducha en comunidad junto al resto de colegas de excursión. Nunca me había duchado con tantas gentes juntas…Una gran experiencia. Me llevo medio Río Iguazú en mis pantalones, que ahora, horas después del evento, aun no acaban de secarse.
Hoy hemos trabado amistad con una familia Peruana, pareja y dos hijas adolescentes, y con dos cuñadas portuguesas que viajan juntas. Otra pareja de bolivianos. Ha sido el viaje de las amistades…Empezó con nuestras buenas amigas argentinas, que conocimos en el Fun Fun de Montevideo y reencontaramos indefinidamente en esa ciudad. Amistad con visos de continuar en el futuro…Continuó con conversaciones con diferentes personas, todas latinoamericanas en Calafate, y aquí en Iguazú.El latinoamericano es, en general, muy amistoso, muy cercano. No fuimos capaces de relacionarnos con tres compatriotas asturianas…Tres frases y salimos despavoridos. Una conclusión provisional: Los europeos somos prepotentes, asquerosos, cerrados, aislados y raros… Creo que a la vuelta Chema y yo estamos pensando renunciar a nuestra nacionalidad.