Un juez de lo Penal de Alicante ha impuesto tres meses y veintiún días de prisión y una orden de alejamiento de más de 15 meses a un hombre que pegó a su hija de 16 años con una zapatilla después de que esta le diera una mala contestación.
Según la sentencia, los hechos ocurrieron el pasado 21 de febrero en el domicilio familiar. El padre, de 37 años, recriminó a su hija de 16 que no prestara la atención debida a su hermana menor cuando la primera se hallaba en su cuarto. Entonces, la adolescente le dio una "contestación airada, inapropiada e irrespetuosa", lo que hizo que el padre la golpeara "con la zapatilla que llevaba" y que le causara eritema en el brazo y hematoma en el muslo izquierdo, lesiones que sanaron en cinco días sin necesidad de tratamiento médico ni quirúrgico.
El juez considera que se trata de un delito de malos tratos en el ámbito doméstico y refleja que la víctima admitió en el juicio rápido que contestó de manera airada e irrespetuosa a su progenitor "y que por tal motivo este perdió los estribos y la golpeó con la zapatilla". La defensa propuso como eximente lo previsto en el Código Civil en el sentido de que los padres pueden corregir razonable y moderadamente a sus hijos pero el juez de Alicante cree que en este caso la conducta del acusado no fue ni "proporcionada ni oportuna ni necesaria".
Además, la sentencia apunta que el fin invocado por la defensa "en modo alguno sirve (más bien al contrario) para corregir la conducta conflictiva y desviada de su hija de 16 años". Por ello, aconseja a los progenitores que afronten "la problemática de la menor con el oportuno asesoramiento de profesionales especialistas, pero nunca con castigos corporales".
Que suerte tuvieron mis padres, y demás educadores del tiempo que les tocó vivir... No se si habrán prescrito todos los delitos de los que en su día fui víctima.
miércoles, abril 04, 2007
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