Erase una vez un país en el que los militares no parecían militares, los policias no parecían policias, y los botones, betuneros, y demas especies uniformadas habian perdido sus signos de identidad. Erase un tiempo en el que una inmensa democracia textil lo invadía todo. Un lugar en el que todos eran iguales, al menos en el vestido...Y todo eso conseguido por unos pocos iluminados.
Erase un tiempo en el que las mayorias no se imponian sobre las minorias. En el que las masas no imponian su criterio. Erase un pais en el que unos pocos podían dictar su ley sobre el resto...Y asi no tenia que someterse a las leyes de los muchos, e incluso podían desafiarlas en cualquier foro, con ayuda de sus esbirros.
Erase una vez en el que algunos, ante cualquier acontecimiento memorable, decidían celebrar sacrificios rituales. En el que se recuperaba la tradición ancestral de derramar sangre humana para satisfacer a sus dioses. Unos dioses que no compartía el resto del pueblo, pero que todos temían de igual manera.
Erase un lugar en el que blancos y negros, pobres y ricos, empresarios y obreros, derechas e izquierdas, temblaban de la misma manera. Lo que les hacía ser hermanos en el miedo y en el dolor. Todos eran iguales ante el riesgo.
Me ha conmovido la noticia de que ayer la Policía detuvo en Valencia a dos personas como supuestas integrantes de un comando operativo de ETA, a quienes se les intervino abundante documentación sobre posibles objetivos, una bomba-lapa y material explosivo para cometer un atentado en los días previos al referéndum. La consigna parece que habia que conseguir aportar un "cadaver uniformado" antes del Referendum del domingo sobre la Constitución Europea..
Gracias a ETA por tantos regalos.
sábado, febrero 19, 2005
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