lunes, febrero 09, 2009
La ciudad-fortaleza de San Felipe y Santiago de Montevideo fue fundada en 1724 por Bruno Mauricio de Zabala, gobernador de Buenos Aires, para impedir el avance del imperio portugués. Aunque por ese entonces contaba apenas con 277 habitantes, con el paso de los siglos el viejo fuerte se fue transformando en una moderna ciudad comercial y portuaria.
En pleno centro de la ciudad, donde comienza la Avenida 18 de Julio, se encuentra la Puerta de la Ciudadela, que separa la Ciudad Vieja de la ciudad que se desarrolló a partir del siglo XVIII, cuando se demolieron las antiguas murallas. Frente a ella se abre la Plaza Independencia, coronada por el monumento de Artigas. A pocos pasos, desafiando el eclecticismo de la arquitectura moderna, aparece el icono de la monumental estructura del Palacio Salvo, construido en 1928 sobre la antigua confitería La Giralda donde en 1917 se estrenó La Cumparsita.
Ayer me impresionó ver en un puesto de la feria de Tristan Narvaja, el Rastro de Montevideo, esta imagen en que como fondo de este edifio aparece, imponente, un Graf Zeppelin en 1936...