En 1945, en la esquina de las calles Prudente de Moraes y Montenegro, se inauguraba el Bar Botineiro. Ya nacía destinado a reunir a los bohemios en el magnífico Rio de Janeiro de los anõs dorados. Ipanema era delineada, construida y dibujada a través de las manos cariocas que descubrían al barrio cuyas posibilidades encantaban. El espíritu de Ipanema se formaba com sus habitantes, dueños de un estilo y comportamiento muy particulares. En la década de 60, cuando ya había sido bautizado con el nombre de Veloso, Vinícius de Moraes, sentado en una de las mesas , viendo pasar a la preciosa Helô Pinheiro, se inspiró a escribir una de las músicas que fue el canon de la "bossa nova" y que emociona, aún hoy en día: "Garota de Ipanema".
Frente a tantas referencias y tan ilustres clientes, el Veloso adoptó el nombre Garota de Ipanema, que es como hoy se llama.
Hasta que la conocí personalmente siempre habia imaginado a la Garota de Ipanema como una inmensa mulata...Pero no, absolutamente no...
En 2003 tuve el honor de en el susodicho Bar, al que acudo cada vez que voy a Rio, con el vano intento de captar el espiritu de Vinicius..De estar frente a ella. Temblando le hice una foto. Fue muy simpática conmigo. Era una preciosidad de unos 60 y tantos años...
Y aunque apenas se vea, os juro, por mi alma brasileira que era ella. En la otra foto, sacada de Internet, está con su hija...Otra Garota de Ipanema como la madre...
Y es que en Brasil, nada es lo que parece...
