Ya de nuevo en casa tras estos 3 días en Lisboa de Congreso de antihipertensivos. Mucha ciencia en el magnifico encuadre del Pavillao Atlántico, en el Parque das Naçoês, en lo que fue recinto de la Expo 98. Hotel Art´s a dos pasos del Congreso, con conexión "ruim" a Internet y a millones de kilómetros del Centro de Lisboa.
Buena comida y poco tiempo para pasear, lo que solucionamos escapándonos un poquito del congreso el viernes.
Cumplimos algunos de los objetivos previstos, Baixa, Café "A Brasileira" compartiendo "cerveja" y "Bate-papo" con Pessoa, Tertulia reposada en el "Pavillao Chinês"...No conseguimos subir al Castelo de San Jorge, al no venir ningún tranvía que nos llevase hasta allí, y no haciendo la locura de trepar por las empinadas calles de Alfama, subimos a uno que nos llevó por los barrios de Chiado y Rato, en sentido contrario al del Castelo.
Me excusé, el viernes tarde, de acompañar la fuga de mis colegas al Mosteiro dos Jerónimos y a Belem, que cambié por una espectacular siesta de 4 horas. Con esa decisión ahorré los cientos de miles de calorías de los hiperdulces "Pasteis de Belem" que comieron a pares, lo que va bien para mi dieta.
Entrada el viernes noche, por la entrepierna en Lux, el disco-bar uterino mas de moda en Lisboa. Lux es un antiguo almacén portuario reconvertido por el actor John Malcovich en el lugar de copas más vanguardista del momento. Muy acogedor. Ambiente fashion muy informal. Abajo, pista de baile. Arriba, bar, proyecciones y terraza concurrida para ver amanecer sobre el río.Pensaba hacerle a mi niña la broma de que en Lisboa había "entrado" por salva sea la parte femenina, pero preferí enseñar foto antes de jugarme el cuello...
Práctica intensiva del Portunhol, que debe ser mejor de lo que yo pienso, pues conseguí hacerme entender en todas las ocasiones y situaciones posibles.
Algún taxi, pocos, pero suficientes para afirmar por el precio de un viaje ofrecen una experiencia adrenalinica de alto nivel, pues son unos de los mas rápidos, "malucos" y arriesgados conductores del mundo. Llegamos a ir a 135 por la Avda Infante Dom Henrique...
Sin olvidarme de dar un "beixinho muito forte" a Jane, morenita preciosa, guía y acompañante hasta el ultimo segundo en la ciudad del Teijo, y que hizo méritos mas que suficientes para ocupar los instantes finales del vídeo del viaje.
"¡Lisboa, ate a próxima!"
Y este otro video, que no es mio...De regalo.
