“El 10% de la vida está relacionado con lo que te pasa y el 90% de la vida está relacionado con la forma en como reaccionas”.
Nadie puede evitar “que el coche se rompa o que el avión llegue tarde… No tenemos control de este 10%. El otro 90% es diferente. Tú lo determinas”.
Covey,autor de este principio, utiliza un ejemplo sencillo para explicar el principio.
“Estás desayunando con tu familia. Tu hija tira una taza de café y chispea tu camisa. Tú no tienes control sobre lo que acaba de pasar. Lo siguiente que suceda será determinado por tu reacción. Tú maldices. Regañas severamente a tu hija… Ella llora. Después de regañarla, criticas a tu esposa por colocar la taza demasiado cerca de la orilla de la mesa. Y sigue una batalla verbal. Te cambias la camisa. Cuando regresas, encuentras a tu hija llorando terminando el desayuno… Ella pierde el autobús para la escuela. Tu esposa debe irse inmediatamente para el trabajo. Tú te apresuras al carro y llevas a tu hija a la escuela. Manejas a alta velocidad por lo que obtienes una multa de tránsito. Tu hija corre a la escuela sin decirte adiós. Después de llegar a la oficina 20 minutos tarde, te das cuenta que olvidaste el maletín. Tu día empezó terrible. Y parece que se pondrá cada vez peor. Ansías llegar a tu casa. Cuando llegas, encuentras un pequeño distanciamiento en tu relación con tu esposa y tu hija.
¿Por qué? Debido a tu reacción en la mañana. ¿Por qué tuviste un mal día? ¿El café lo causó? ¿Tu hija lo causó? ¿El policía lo causó? Tú lo causaste. Tú no tenías control sobre lo que pasó con el café. La forma en como reaccionaste esos cinco segundos fue lo que causó tu mal día. Te hubieras ahorrado todo aquello si sólo le dices a tu hija, "está bien cariño, sólo necesitas tener más cuidado la próxima vez". Después de cambiarte la camisa y coger tu maletín… ves a tu hija subiendo al autobús. Ella se da la vuelta y te dice adiós con la mano. ¿Notas la diferencia? Dos escenarios diferentes. Ambos empezaron igual. Ambos terminaron diferente. ¿Por qué? Tú realmente no tienes control sobre el 10% de lo que sucede. El otro 90% lo determinó tu reacción”.
Stephen Covey concluye: “Reacciona apropiadamente y no estropearás tu día. Una reacción equivocada podría resultar en la pérdida de un amigo, ser despedido, te puedes estresar, etc. ¿Cómo reaccionar si alguien te interrumpe en el tráfico? ¿Pierdes tu carácter? ¿Golpeas sobre el volante? ¿Maldices? ¿Te sube la tensión arterial? Ahora ya conoces el principio 90/10. Aplícalo y quedarás maravillado con los resultados. No perderás nada si lo intentas” ¡Vale la pena!